lunes, 10 de diciembre de 2012

PRUEBAS DE FUNCIÓN AUDITIVA
Tiene la finalidad de valorar la capacidad de oír del paciente y se deben efectuar en cada oído por separado. Cuando la primera prueba da resultados asimétricos o anormales, entonces se recomiendan las pruebas siguientes para obtener mayor información sobre el problema.
a)     Prueba del reloj.- Debe efectuarse en todos los pacientes y teniendo cuidado en realizarlo de acuerdo a la técnica descrita en el manual de practicas sistema nervioso (exploración de un VIII par craneal), comparando la capacidad de un oído con la del otro. Párese detrás de la persona. Instrúyala que se cubra el oído que no va a ser explorado.
B) sostenga un reloj de tic-tac cerca del oído no cubierto. Pida al sujeto decir “sí” cuando oiga el tictac y “no” cuando se vuelva inaudible. Mueva el reloj hasta que esté a 2 pies del oído.
C) repita la prueba en el otro oído.
Nota: estas dos pruebas no indican la capacidad del sujeto para percibir los sonidos de baja frecuencia. Si no oye el reloj se hace vibrar un diapasón y se procede igual que con el reloj. Si no oye el diapasón, realice la prueba de weber.

b)    Prueba de Webber.- Opcional en todo paciente y necesaria en aquellos con problemas auditivos sean sintomáticos o descubiertos durante la prueba del reloj.
 1) Haga vibrar el diapasón y colóquelo sobre el vértice del cráneo.
 2) Pregunte a la persona dónde siente el sonido y si lo oye en ambos oídos, pregúntele si lo siente más intenso en un oído que en otro.
En los casos normales se oye de inmediato y por igual en ambos oídos, no hay lateralización del sonido. Si se siente más intenso o solo se oye en uno de los oídos, se dice que el weber está lateralizado hacia el lado donde aumenta su intensidad.
Cuando el “aparato de trasmisión” está afectado, la percepción ósea aumenta y la misma es más intensa en el lado enfermo y cuando está afectado el nervio, la percepción es más intensa, o solo ocurre, en el lado sano.
Si el weber está lateralizado, repita la prueba ocluyendo primero, el oído que se está explorando y después el otro. Normalmente el diapasón se oye mejor cuando el oído tiene ocluido su conducto auditivo externo. Si con el oído que ha sido ocluido por el médico no se oye nada, entonces estamos en presencia de una sordera troncular o nerviosa de ese lado y si las vibraciones del diapasón ahora se sienten con intensidad similar en ambos oídos, se trata de una sordera ósea o de trasmisión, del lado no ocluido. Seguidamente se realizan pruebas con vistas a comparar la capacidad para percibir la conducción ósea contra la conducción aérea.

c)     Prueba de Rinne.- Opcional, nos sirve para reafirmar la prueba de webber.
A) Haga vibrar el diapasón y colóquelo sobre la apófisis mastoides del lado cuyo oído estamos explorando.
B) Pídale al sujeto que avise inmediatamente cuando deje de percibir el sonido (o el zumbido).
C) Al avisar, traslade el diapasón, que estará vibrando débilmente, frente al conducto auditivo externo.
Pregunte al sujeto si vuelve a percibir la vibración.
Normalmente debe oírse de nuevo la vibración cuando el diapasón se coloca frente al conducto auditivo externo, pues la conducción aérea es mayor que la ósea (ca > co), llamado rinne positivo.
En las lesiones del oído medio esto no ocurre, predominando la conducción ósea sobre la aérea (co > ca), llamado Rinne negativo.
En las lesiones del oído interno y en los casos de sordera intensa de causa nerviosa no se percibe el diapasón en ninguna de las dos posiciones en que se coloque. Esta prueba es muy elemental y solamente orientadora, debe en caso de que encuentre algún hallazgo anormal, o aun si lo sospecha, referir al equipo apropiado que podrá hacerle un examen audiométrico y determinar exactamente la alteración de la audición, cualitativa y cuantitativamente, en cada oído.

Prueba de schwabach.
Mide la duración de la percepción ósea:
A) coloque el diapasón en vibración sobre una de las apófisis mastoides y mida el tiempo durante el cual el sujeto percibe el sonido.
B) mida el tiempo en la otra apófisis mastoides.
El promedio normal de duración es de 18 s; si dura menos se dice que está “acortada” y si dura más se dice que está “alargada”.
C) adicionalmente puede repetir la prueba, sosteniendo el diapasón contra su propia mastoides y anotar su tiempo de conducción ósea, para compararlo con los del examinado, asumiendo que su audición es normal.
EXAMEN DEL PABELLÓN AURICULAR Y ANEXOS:
En esta etapa se utiliza también la inspección y la palpación en forma combinada.
a)     Pabellón auricular.- observar su tamaño, forma e implantación y palpar por deformidades, masas o puntos dolorosos.



Inspeccion armada (otoscopia):
Paso final obligado de todo examen general de oídos. Para realizarlo es necesario en primero lugar contar con un otoscopio con una fuente adecuada de luz la selección del cono es importante y debe ser del mayor calibre que pueda ser introducido en el canal auditivo sin lastimar al paciente. Cuando hay problemas auditivos el lado sano o asintomático debe examinarse primero.
a)     Canal auditivo externo.- de acuerdo con las técnicas ya descritas es indispensable primero enderezarlo mediante la tracción del pabellón auricular. Esta tracción no es dolorosa a menos que exista inflamación del canal auditivo externo. Debe ser examinado metódicamente a medida que se introduce el otoscopio.
b)    Membrana timpánica.- debe ser explorada metódicamente siguiendo todo su contorno. Los datos acerca de su coloración son los más importantes puesto que la coloración cambia de acuerdo a inflamación, esclerosis o llenado del oído medio por diferentes líquidos con o sin cambio de la presión interna. Es recomendable cambiar de cono al examinar uno y otro oído.



EXAMEN DE OJOS:
Anexos oculares
Inspección y palpación simultánea en forma cuidadosa pero no demorada de cejas y pestañas observando su distribución, implantación y cualquier dato anormal. Hay maniobras sencillas que pueden ser realizadas en este momento y en la siguiente secuencia.
a)     Presión de los globos oculares.- pedir al paciente que mire hacia abajo y con las yemas de los dedos índice y medio, palpar con presión suave y alternada, los globos oculares por encima de los párpados, tratando de sentir en forma comparativa la presión interna de los mismo, la cual debe ser igual en ambos ojos.
b)    Exploración de sacos lagrimales.- ejerce presión hacia dentro y arriba con la yema del dedo índice en el canto inferior interno de los ojos con el fin de hacer un  “ordeñamiento” de los sacos lacrimales; a continuación, sin dejar de ejercer presión, jalar en sentido contrario exponiendo la carúncula donde se encuentra el orificio de entrada de los conductos lacrimales.
c)     Conjuntivas bulbares y del párpado inferior.- con la yema de los dedos pulgares, uno para cada ojo, jalar con ligera presión los párpados inferiores mientras se pide al paciente que mire hacia arriba.
d)    Conjuntivas bulbares y del párpado superior (tarsales).- con las mismas yemas pulgares, elevar y detener los párpados superiores mientras al paciente mira hacia abajo y a continuación practicar la eversión del párpado.
Cornea y cámara anterior.- la convexidad y transparencia de la córnea dificulta grandemente su observación por lo cual se observa mucho mejor por medio de luz tangencial, es decir, luz aplicada desde un lado mientras el paciente mira al frente.
La cámara anterior se observa al mismo tiempo y durante la observación de los reflejos pupilares para los cuales se continúa la secuencia con la misma iluminación y posición.
Reflejos pupilares: la secuencia recomendada por parecer más lógica es la siguiente: primero el fotomotor inmediatamente y durante la observación de la cámara anterior; seguir el consensual y finalmente el de acomodación.




Agudeza visual

n  La exploración de la agudeza visual comprende la evaluación de la visión: de lejos y de cerca.
n  Para determinar la visión lejana se usa la tabla de snellen y para la visión de cerca, la tabla de jaeger, que puede ser sustituida por la página impresa de un periódico o del directorio telefónico
Exploración de la visión lejana.
n  Sitúe a la persona a una distancia de 3m de la tabla de snellen, que ya debe estar previamente establecida, y pida a la persona que se tape un ojo con una tarjeta de cartón o con su palma de la mano ahuecada, de manera que los dedos queden sobre la frente y no compriman el ojo, mientras usted explora el otro ojo.
n  No es apropiado tapar el ojo con los dedos, porque pudiera verse a través de ellos y porque al comprimirlo se puede distorsionar la visión cuando vaya a ser examinado.
n  Pueden dejarse los lentes correctores, si el sujeto ya los usa, para evaluar si estos tienen la graduación adecuada.
n  Se ordena leer con cada ojo por separado, las letras de distintos tamaños que están en esa tabla, considerándose como máxima visión la que corresponde  a aquella línea de letras de menor tamaño que el sujeto ha podido leer sin equivocarse
n  Si no se dispone de la tabla para realizar el examen físico no especializado, hágase leer los titulares de un periódico o una revista, a una distancia similar. Recuerde explorar ambos ojos por separado
n  Registre la agudeza visual en forma de fracción para cada ojo. Normalmente las menores letras en las líneas, designadas “20” pueden ser leídas a 20 pies, por lo que la agudeza visual se recoge como “20/20”.
n  El numerador indica la distancia en pies que media del sujeto a la tabla, que siempre será 20; el denominador, la distancia a la cual un ojo normal puede leer la línea de letras. Esta cifra está impresa al lado de cada línea de letras o figuras de la tabla
n  Si no se utilizó la tabla, registre: “agudeza visual lejana:  groseramente normal, a la lectura a unos 20 pies de los titulares de un periódico o revista”.
n  Si el individuo no alcanza a leer ninguna línea de la escala, se le muestran los dedos de la mano y se le pide que los cuente: si puede hacerlo se dice que tiene visión cuenta dedos.
n  Si no puede contar los dedos, pero los ve borrosamente, se dice que tiene visión de bultos.
n  Si ni siquiera puede ver borrosamente los dedos, debe llevarse a un cuarto oscuro, y con un aparato apropiado, proyectar un haz de luz sobre la pupila y si el sujeto no percibe luz, se dice que tiene amaurosis, anopsia o ceguera

Exploración de la agudeza visual de cerca

Pídale a la persona que lea la tabla de jaeger o las letras pequeñas de un diario o de una hoja del directorio telefónico, sostenido a un pie (30 cm) de sus ojos.
Registre la agudeza visual para la visión de cerca. Una persona sin alteraciones es capaz de leer las letras pequeñas a esta distancia. Si el sujeto tiene que alejar la tabla o el papel para poder distinguir adecuadamente las letras, tiene incapacidad para enfocar los objetos cercanos debido a deterioro de la acomodación del ojo, lo que se denomina presbicia.

Perimetría y campimetría

n  La perimetría consiste en determinar el perímetro del campo visual correspondiente a cada ojo, es decir, la superficie que cada uno abarca al mirar, también llamada visión periférica.
n  Para explorar groseramente los campos visuales del sujeto, se realiza el examen por confrontación.
n  Sitúese frente al examinado, cara a cara, mirándose a los ojos en línea recta horizontal a una distancia de unos 2 pies (60 cm).
n  Pida a la persona que se tape un ojo y el observador debe cerrar o tapar con una mano su propio ojo que queda frente al que no se está explorando. Ambos deben mirar el ojo descubierto del otro
n  Extienda completamente su brazo izquierdo, si explora el ojo derecho del sujeto introduzca un objeto o un dedo en movimiento en el campo visual del ojo que se explora desplazando su mano a lo largo de los ejes principales del campo visual (superior, inferior, temporal y nasal) de ambos, a la misma distancia de uno y otro, de manera tal que cuando el examinado comienza a verlo usted también debe verlo al mismo tiempo, asumiendo que su visión periférica es normal y siempre que ambos se miren fijamente, el uno al otro
n  Instruya previamente a la persona que indique en cada movimiento cuándo ve el dedo o el objeto por primera vez y compare el campo visual del sujeto con el suyo.
n   repita el proceder con el otro ojo.
n  Registre sus hallazgos.
n  Campos visuales normales por confrontación:
n  temporal: se extiende 900 de la línea media.
n superior: 500.
n nasal: 600.
ninferior: 700.


Visión de los colores

n  Se le pueden mostrar al sujeto algunos de los colores simples y ver si es capaz de identificarlos. Los especialistas cuentan con láminas apropiadas para esta exploración, como los discos de ishihara. Examine cada ojo por separado, mostrándole al sujeto objetos de color (rojo, azul, verde y amarillo) que pueda haber en la habitación o muéstrele láminas con esos colores, preparadas previamente para este examen.
Nervios motor ocular común, patético (troclear) y motor ocular externo (abducens): III, IV y VI pares
El enfoque de la exploración y el registro de estos tres pares craneales se resume como sigue:
1. Motilidad extrínseca del ojo:
a) abertura palpebral (III par).
b) movimientos oculares.
2. Motilidad intrínseca del ojo (III par):
a) pupilas: forma y contorno, situación, tamaño, simetría, hippus pupilar.
b) reflejo fotomotor.
c) reflejo consensual.
d) reflejo de la acomodación y convergencia.

Motilidad extrínseca del ojo. 

Estudiaremos la porción extrínseca del III par y los pares IV y VI.
A. Explore la abertura palpebral de cada ojo.
El III par inerva el músculo elevador del párpado superior. La simple inspección de la facies permitirá darse cuenta si las dos aberturas palpebrales son de la misma amplitud, o si una de ellas está más estrecha porque el párpado superior de un lado está más descendido que el otro (ptosis palpebral) Igualmente si un ojo está cerrado porque no hay elevación del párpado superior de ese lado, será índice de parálisis de ese músculo, por lesión, al menos del iii par.
Recuerde que el párpado superior no cubre la pupila cuando se abre, pero puede cubrir la porción superior del iris; los párpados deben abrirse y cerrarse completamente, sin caída ni retraso




Examine los movimientos oculares.

Después de observar la abertura palpebral, vemos si ambos globos oculares se encuentran simétricos o si, por el contrario, alguno de ellos presenta desviación hacia arriba, abajo, afuera, o adentro. Mirada conjugada normal: los ojos se mantienen en posición central cuando se encuentran en reposo.
Fije la cabeza del sujeto con una mano e instrúyalo a que siga con su vista un dedo, o un lapicero, que movemos frente a sus ojos. Mueva el lapicero o el dedo, primero en dirección horizontal de derecha a izquierda y viceversa, hasta las posiciones extremas; después, en sentido vertical de abajo a arriba y viceversa. Seguidamente realice el movimiento en las seis direcciones o puntos cardinales de la mirada, partiendo del centro y retornando al punto central, que corresponde a los movimientos que le imprimen al globo ocular cada uno de los músculos extrínsecos. Terminaremos esta exploración moviendo el dedo en dirección circular para imprimir al globo ocular un movimiento rotatorio



n  Recuerde que si usted mueve el dedo o el objeto muy rápidamente, el sujeto puede tener dificultad en seguirlo y usted no puede evaluar adecuadamente los movimientos
n  Cuando la persona mire hacia el punto más distal en los campos lateral y vertical, fíjese cuidadosamente en los movimientos conjugados de los globos oculares y en la presencia de movimientos involuntarios, cíclicos, del globo ocular, caracterizados por un movimiento inicial lento, seguido de una sacudida brusca en dirección opuesta, lo que se llama nistagmo (de nistagmus: movimiento), y cuya exploración y análisis veremos al estudiar el viii par 
n  Movimientos extraoculares normales: movimiento voluntario de los ojos a través de todas las posiciones, sin nistagmo. Sin embargo, puede observarse un nistagmo ligero; puede ser no patológico, cuando los ojos están en la mirada lateral extrema.
Explore buscando estrabismo (prueba de tape y destape).
n  Pida a la persona que mire fijamente su lapicero, sostenido aproximadamente a un pie de distancia, mientras usted cubre uno de los dos ojos del sujeto. Observe si hay algún movimiento en el ojo descubierto. Al retirar la cubierta observe algún movimiento del otro ojo. Repita la operación tapando y destapando el otro ojo.
n  Hallazgo normal: la mirada se mantiene sobre el lapicero durante la maniobra tape y destape, lo que indica una buena fuerza muscular y visión binocular.
Motilidad intrínseca del ojo
Pupilas: situación, forma y contorno, tamaño y simetría. En la parte central del iris se encuentra la pupila (del latín pupilla: niña, niña del ojo), que es una abertura dilatable y contráctil por la que pasan los rayos luminosos, cuyo tamaño puede ser modificado por fibras contráctiles dispuestas a su alrededor, unas en forma circular que constituyen el esfínter de la pupila (inervado por el iii par) y cuya contracción reduce su tamaño, y otras en forma de radios que van desde la circunferencia mayor a la menor del iris, inervadas por el simpático (centro ciliospinal), y cuya función es dilatar la pupila.
1. Forma y contorno: la pupila es de forma circular y contorno regular, aunque a veces se presenta elíptica, y otras, con un contorno irregular, lo que se llama discoria.
2. Su situación es central, aunque a veces puede estar algo excéntrica, con relación al centro del iris.
n  Su tamaño es variable y guarda relación con la intensidad de la luz a que estén sometidas. Se dilata (aumenta) en la oscuridad y se contrae (disminuye) a medida que aumenta la luz. Su diámetro normal promedio es de 3mm y su rango normal puede considerarse entre 2 y 4 mm.
n  Ello varía con la edad; en el recién nacido tiene su contracción máxima de hasta 2 mm; en la infancia adquiere su máxima dilatación normal: 4 mm y se mantiene en su rango normal hasta la edad madura, en que disminuye progresivamente, para volver a su máximo de contracción fisiológica en la vejez.
n  Cuando las pupilas están muy contraídas, menores que 2 mm, se denomina miosis y cuando están muy dilatadas, con diámetros de 5mm o más, se llama midriasis; ambos estados son anormales.
n  Las pupilas son simétricas, iguales en tamaño. La desigualdad del tamaño de las pupilas se denomina anisocoria y generalmente es patológica, aunque el 5%de la población tiene una ligera anisocoria, que se considera clínicamente insignificante.
n  Hippus pupilar. Se designa con este nombre a la serie de contracciones rítmicas que experimenta la pupila, bien de manera espontánea o provocada por la luz.
n  Después de observar las características de las pupilas y la presencia o no de hippus pupilar (exploración estática), se evalúan las reacciones pupilares (exploración dinámica). Esta reacción pupilar a los estímulos, fundamentalmente luminosos, se produce gracias a la inervación de su aparato contráctil que regula su tamaño: mientras las fibras parasimpáticas del iii par las contraen, las ramas provenientes del simpático cervical las dilatan. Este balance puede romperse por irritación de una de las dos partes antagónicas y entonces predomina el efecto de esta; o por lesión paralítica de una de ellas y entonces, la acción predominante es la de la parte sana. Ejemplo: una lesión irritativa del sistema simpático, dilata la pupila, porque su acción predomina sobre la acción constrictora del iii par; lo mismo sucede cuando hay una lesión paralítica del iii par, en que la pupila también se dilata por estar anulada la acción constrictora antagonista del iii par.
EXAMEN DE NARIZ
 Inspección y Palpación de nariz:
a)     Se aplican en forma combinada para reconocer las partes óseas y cartilaginosas de la nariz utilizando los dedos índices o índices y medios de ambas manos.
b)    Permeabilidad.- se ocluye alternamente cada una de las narinas con los pulgares y se pide al paciente que inspire con el fin de detectar oclusiones.
c)     Senos paranasales.- ejercer presión simultánea sobre los senos homólogos comenzando por los maxilares y terminando en los frontales. Al presionar, es necesario preguntar al paciente si la presión despierta dolor.  
Rinoscopia
Es necesaria una buena iluminación sea con rinoscopio de cono o de valvas. Si es de cono, el cono debe ser el de diámetro mayor. El paciente debe respirar por la boca entreabierta, especialmente cuando el rinoscopio utilizado tiene lentes.
Nervio olfatorio: i par
n  Deben tenerse preparados pequeños frascos con sustancias de olores conocidos, corrientes o comunes, y que no sean irritantes. Entre ellos el olor a clavo, café, jabón, perfume, trementina, alcanfor, etc.
n  Pida a la persona que: ocluya una fosa nasal con su dedo, mantenga la boca cerrada y cierre los ojos.
n  Presente varios olores familiares, aplicando la boca del recipiente que contenga la sustancia que se use, debajo de la fosa nasal que se está examinando.
n  Cada lado de las fosas nasales debe ser explorado separadamente.
n  Repita el procedimiento en la otra fosa nasal.
n  Debemos preguntar primero si siente o no el olor y si responde positivamente, se le insta a que identifique el olor.
n  Anótese cuidadosamente señalando para cada fosa nasal, cuál es el resultado de la prueba.



Explore el reflejo fotomotor 

Como ya sabemos que la luz intensa contrae la pupila y la oscuridad la dilata, si dirigimos un haz luminoso de intensidad sobre ella, la pupila se contrae; esto se llama reflejo fotomotor de la pupila
1. Oscurezca la habitación o sitúe al sujeto de espaldas a la fuente de luz directa.
2. Para obtener la máxima dilatación pupilar, pida a la persona que mire un objeto distante.
3. Pida que se cubra un ojo mientras usted incide un haz de luz desde el lado hacia la pupila del ojo descubierto.
4. Observe si la pupila se contrae al incidir el haz de luz.
5. Repita la prueba con el otro ojo



Explore el reflejo consensual.

n  Cuando exploramos el reflejo fotomotor, dirigiendo el rayo de luz sobre un ojo, observamos que normalmente la pupila del otro ojo también se contrae, y que cuando retiramos la luz, dicha pupila se dilata; esto se llama reflejo consensual.
n  Incida lateralmente el haz de luz sobre un ojo, mientras observa ambas pupilas. Ambas deben contraerse, a pesar de que la luz se dirigió hacia un solo ojo. La contracción de la pupila del ojo que no recibe directamente la luz es la respuesta consensual. Explore el reflejo de la acomodación y convergencia.
n  También se examina la pupila haciendo que el sujeto mire un objeto situado a distancia, y luego, frente a sus ojos, a 30 cm de distancia más o menos, se coloca un dedo del examinador, o un objeto cualquiera, se observa que al mirar al objeto distante, la pupila se dilata, y al mirar al dedo, la pupila se contrae y los ejes ópticos convergen. Esto constituye el reflejo de la acomodación y convergencia

Fondo de ojo (reflejo rojo).- 

Es la última maniobra de la exploración de ojos y debe realizarse de acuerdo a la técnica ya descrita recordando apagar las luces y pedir al paciente que mire a distancia con el fin de aumentar  la dilatación pupilar.
El otro punto de crucial importancia es el de no permitir que el paciente enfoque la vista en la luz del oftalmoscopio por que esto provocaría una miosis refleja instantánea. El alumno solamente va a visualizar el reflejo rojo.


  

Inspección de boca

Uso de abatelenguas para exponer las áreas examinadas y una buena fuente de iluminación son indispensables.
a)     Labios y parte externa de dientes y encías.
b)    Piso de la boca, frenillo, desembocadura de conductos salivales y mucosas.
c)     Lengua, apariencia y movilidad.
d)    Paladar blando, úvula pilares, amígdalas, pared posterior y reflejos nauseoso.
Nervios glosofaríngeo, neumogástrico (vago) y accesorio: ix, x y xi pares
1. Fenómeno de vernet:
A) se pide al sujeto abrir bien la boca.
B) se ordena decir “aaaa” mientras usted observa la pared posterior de la faringe. Normalmente se produce contracción de la pared posterior de la faringe, lo que no ocurre cuando el ix par está lesionado.

Reflejo faríngeo

A continuación toque un lado de la pared posterior de la faringe con un depresor de madera o aplicador. La respuesta normal es la contracción inmediata de la pared posterior de la faringe, con o sin náuseas. El ix par ofrece la vía sensitiva para este reflejo y la vía motora es ofrecida por el x par o vago; por eso el reflejo faríngeo es compartido por ambos nervios. Normalmente no es rara la ausencia bilateral de este reflejo, por lo que su pérdida solo es significativa cuando es unilateral.
n  Exploración del gusto en el tercio posterior de la lengua. Se usa la misma técnica descrita antes para el vii par, en los dos tercios anteriores de la lengua. En la práctica diaria esta exploración no se realiza rutinariamente, por lo incómoda que resulta.
n  Si se sospecha alguna alteración, el médico especializado realiza la exploración aplicando corriente galvánica de 0,25 ó 0,50 ma (miliampere) en la lengua, lo que debe producir percepción del sabor ácido. Si esta percepción falta indica ageusia, lo que es muy sugestivo de lesión del xi par.
n  1. Examen del velo del paladar y la úvula. Generalmente se aprovecha la exploración del fenómeno de vernet para el ix par, ya que la técnica es la misma; lo que varía es la observación, que en lugar de centrar la atención en la pared posterior de la faringe, se observa paladar.
n  Cuando se ordena al paciente que con la boca abierta diga “aaaa”, normalmente se eleva el velo en toda su extensión y la úvula se mantiene en el centro.
n  Si hay parálisis unilateral del vago solo se contraerá el velo del lado sano y, por consiguiente, la úvula será atraída hacia él. E1 lado afecto es el mismo en que asienta la lesión en el nervio vago
n  Exploración del reflejo faríngeo. Esto se hace como se describió antes en el ix par.
n  3. Exploración del reflejo del seno carotídeo. Aquí lo que se explora es el componente vagal de dicho reflejo; se realiza como se explicó anteriormente, en el ix par.
n  4. Exploración del reflejo oculocardiaco. Con el sujeto acostado en decúbito supino y con sus ojos cerrados, se hace presión sobre los globos oculares con la yema de los dedos pulgares durante minutos. Previamente se ha tomado el pulso radial y se ha anotado su frecuencia.
n  Después de la compresión ocular debe registrarse una bradicardia, tanto más intensa cuanto mayor sea el tono vagal del sujeto. A1 explorar este reflejo han de tenerse los mismos cuidados que señalamos para el del seno carotídeo. Su empleo se ha desechado, por lo doloroso y molesto de la maniobra y porque se puede lesionar la córnea.
n  Examen de las cuerdas vocales mediante el laringoscopio.
n  Observe si las dos cuerdas se mueven, si hay parálisis o paresia de una de las dos


Nervio hipogloso: xii par

1.Trofismo y simetría de la lengua; fasciculaciones: se le ordena a la persona abrir la boca y se observa la lengua y si sus dos mitades son iguales y simétricas o si hay atrofia de alguna de sus dos mitades. Se observa, además, la existencia o no de fasciculaciones.
2. Posición de la lengua: se le ordena al sujeto que saque la lengua y se observa si la punta está en el centro o se desvía hacia un lado. Téngase cuidado con las falsas desviaciones de la punta de la lengua, cuando hay parálisis facial o cuando faltan piezas dentarias que dan una asimetría del orificio de la abertura de la boca.
3. Fuerza muscular segmentaria: la fuerza muscular segmentaria de la lengua se explora ordenándole al sujeto que presione con la lengua una de las mejillas contra las cuales el examinador ha colocado sus dedos o mano por fuera